¿Cómo recolectar setas correctamente?
¿Cómo recolectar setas correctamente?
Saber recolectar setas correctamente no sólo facilitará nuestro éxito micológico, sino que también nos ayudará a prevenir la destrucción medioambiental del bosque. Tan importante es tener una buena jornada de setas, como llevarla a cabo sin dañar a los seres vivos que nos las otorgan. Hoy aprenderemos cómo recolectar setas silvestres de forma adecuada y no dañida.
Ahora que ya conocemos la diferencia entre hongo y seta y que hemos aprendido por qué los hongos dan setas, estamos listos para descubrir cómo recolectar setas sin causar daño al micelio. La primera duda que nos surge es relativa al método: ¿las setas se recolectan a mano o con una navaja?
Siempre que hablemos de setas con sombrero y pie, el planteamiento de la pregunta es erróneo, ya que ambos pueden ser adecuados o inadecuados, todo depende de la variedad y de la técnica.
En cuanto a la variedad: hay setas que pueden ser recolectadas de ambas formas, como sucede con las del género Boletus. Sin embargo, otras setas como el champiñón silvestre (Agaricus campestris) o la galamperna (Macrolepiota procera), es mejor recolectarlas a mano. Finalmente, setas como el níscalo (Lactarius deliciosus) o la seta de cardo silvestre (Pleurotus eryngii), siempre deberán recolectarse con navaja.
En cuanto a la técnica: si decidimos recolectar a mano, deberemos sujetar la seta por el tallo y girarlo 360º, evitando sacarla a tirón para no dañar el micelio. Si usamos navaja, cortaremos la base del pie de forma horizontal y evitaremos penetrar con la punta en el suelo, preservando así la integridad del micelio. Lógicamente, esto descarta de forma radical el uso de rastrillos, azadas y otras técnicas bárbaras que sólo acabarán provocando la muerte del hongo si estas se perpetúan en el tiempo.
Aunque teóricamente ambas técnicas son igual de válidas, siempre que la variedad no lo requiera, los expertos recomiendan el uso de la navaja en casi todas las variedades. El motivo no se debe a que una técnica sea mejor que la otra, más bien depende de la mayor o menor pericia del micólogo aficionado. Al fin y al cabo, es más fácil cometer daños irreparables si cogemos setas a mano que si lo hacemos valiéndonos de una navaja.
Una vez recolectada, la seta debe ponerse con el himenio boca abajo sobre una cesta de mimbre. De esta forma, nuestro contoneo al caminar ayudará a las setas a esparcir sus esporas, facilitando la perpetuación de la especie. Eso sí, del mismo modo que hemos de usar cesta, debemos evitar el uso de bolsas de plástico. Siguiendo estas recomendaciones comeremos setas sin matar al hongo, preservando el ecosistema.
Cabecera: boletus setero con cesta (facebook.com).
Imagen 1: setas huyendo del recolector (pinterest.com).
Imagen 2: recolección de morchellas o colmenillas (tumblr.com).
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