Los hongos y sus familias
Los hongos y sus familias
La clasificación de los hongos siempre ha sido un arduo rompecabezas para los expertos. Sin embargo, en los últimos tiempos parece haberse alcanzado el consenso para ubicar las especies conocidas en cinco grandes familias. A continuación analizamos cada una de ellas.
Se calcula que el Reino Fungi está compuesto de 1,5 millones de especies, de las cuales apenas ha sido clasificado el 5% del total. A pesar de que todavía quedan muchas otras por descubrir, en la actualidad se acepta como válida la clasificación de las especies conocidas en cinco grandes familias de hongos.
A saber, las tres primeras se componen por hongos incapaces de producir setas u hongos menores. Respecto a las dos últimas familias, todos los Basidiomicetos son hongos mayores capaces de producir setas, mientras los Ascomicetos pueden ser hongos mayores o menores, según la especie.
Los hongos Quitridiomicetos forman la familia más primitiva de la lista. Son microscópicos y suelen ser acuáticos, viviendo la mayoría en agua dulce.
Producen zoosporas, esporas natatorias que se impulsan en el agua mediante flagelos, lo cual lleva a confundirlas con 'animales microscópicos'. Su alimentación es saprófita, parásita o simbiótica.
Estos son una grave amenaza para los anfibios, casi han extinguido a varias especies a causa de una enfermedad conocida como quitridiomicosis. También atacan plantas como el maíz, la patata o la alfalfa. La familia suma algo más de 1.000 especies.
Los hongos Zigomicetos son los encargados de descomponer y reciclar la materia orgánica de la naturaleza. Por ello casi todos presentan una alimentación saprófita. Algunos son capaces de parasitar cualquier insecto, lo cual los convierte en aliados en el control biológico de plagas. Normalmente, el hábitat de los zigomicetos suele ser de tipo terrestre. La especie más conocida es el moho negro, presente en el pan o en la fruta.
Los zigomicetos pueden producir esporas sexuadas (zigosporas) o esporas asexuadas (angiosporas). Estos hongos se usan en la industria para la elaboración de cuero, detergentes o esteroides, así como para la producción de alimentos como el tofu. Se calcula que son unas 1.000 especies.
Los hongos Glomeromicetos son la familia más importante para la preservación del medio ambiente, desempeñando una función ecológica fundamental.
Este tipo de hongos es el encargado de generar asociaciones benéficas de tipo micorrízico con las raíces del 80% de la plantas vasculares, en su mayoría árboles. Por ello, su alimentación es simbiótica, ya que necesita convivir con las raíces de las principales plantas vivas de la Tierra.
En este sentido, estos hongos son fundamentales en la formación de los bosques y selvas, ya que favorecen la comunicación y el intercambio de nutrientres entre las distintas plantas, asegurando su crecimiento. En total son unas 150 especies.
Los hongos Ascomicetos forman la familia más grande del Reino Fungi, representando el 75% de las especies de hongos que habitan el planeta.
Su hábitat es variado: se hallan en los alimentos, el estiércol, la madera, el agua o en materiales queratinosos (pelos, plumas, uñas o cuernos). Se reproducen mediante esporas asexuadas (conidios) o sexuadas (ascosporas), estas últimas generadas en las ascas del himenio de las setas. Su alimentación es saprófita, parásita o simbiótica.
Son ascomicetos la mayoría de las levaduras y de los mohos, entre los cuales se halla el usado por Alexander Fleming para obtener en 1928 el antibiótico de la penicilina. También se ubican aquí las colmenillas, las trufas, el cornezuelo y la mayoría de los hongos que forman los líquenes. En total se contabilizan unas 64.000 especies.
Los hongos Basidiomicetos componen la familia más evolucionada, así como la segunda más numerosa. Su hábitat es terrestre y su alimentación suele ser saprófita, aunque algunos son parásitos. Producen esporas sexuadas (basidioesporas), generadas en los basidios del himenio de las setas.
Son basidiomicetos la mayoría de las setas comestibles (boletus, níscalo, rebozuelo, oronja senderuela, champiñón silvestre o trompeta de la muerte), tóxicas (amanitas) y alucinógenas (psilocybe) que encontramos en el campo. Así como todas las setas cultivadas en La Rioja (champiñón, seta de ostra, shiitake y eryngii) o en otras zonas del planeta (seta de chopo, seta de olmo, pie azul, melena de león, nameko, enoki, shimeji, maitake o reishi). En total suman unas 31.500 especies.
Cabecera: sellos de setas silvestres, anónimo (tumblr.com).
Imagen 1: catálogo setas a 8 bits, NeoRiceIsGood (pinterest.com).
Imagen 2: hongo Quitridiomiceto, zoospora (fungiturismo.com).
Imagen 3: hongo Zigomiceto, moho negro del pan (fungiturismo.com).
Imagen 4: hongo Glomeromiceto, micorriza (fungiturismo.com).
Imagen 5: hongo Ascomiceto, asca y colmenilla (fungiturismo.com).
Imagen 6: hongo Basidiomiceto, basidio y champiñón (fungiturismo.com).
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